Si dejamos que los pensamientos negativos adquieran poder sobre nuestra mente, podemos derivar en una depresión.Puede que algunos miembros de nuestra familia, maestros o compañeros hayan sido muy mordaces con nosotros y que nos haya quedado una herida emocional profunda. A lo mejor alguien nos ha juzgado cruelmente una vez y hemos internalizado l